Bayly confunde a sus televidentes entre la realidad y la ficción, entre lo privado y lo público. El resultado, un enorme poder mediático.
Bayly disfruta aunque a veces ya no discierne si es un escritor o un personaje. Es el caso de una Frankestein que toma posesión de su creador y rebalsa los sets de televisión. ¿Qué quedaría de Bayly sin su personaje? A estas alturas, casi nada para el público.
Bayly ha llevado todo el show a la esfera política surgiendo el mismo efecto. El desconcierto se ha instalado entre los políticos y
periodistas. ¿Es realmente Bayly o uno de sus personajes quién está hablando?, ¿Está seriamente considerando postular a la presidencia? La movida puede haber empezado como una parodia pero el público y los medios ya lo situaron como realidad. Bayly puede no tomar en serio la
candidatura pero la población ya le otorgó un 3%. Bayly puede estar jugando pero ya Hildebrandt, Lauer, Rodrich y demás le dedicaron varias líneas.
Y aunque Bayly no lo haya tomado tan en serio, sus cercanos podrían estar más que interesados. Es el caso explícito de Barba y Ghersi. El primero aunque conservador y agonizante políticamente, oportunista para quien Bayly representa un inesperado salvavidas. Para el segundo, una posibilidad real que aquel ideario del movimiento Libertad vuelva a manos de quienes realmente lo idearon y promovieron allá en los años noventa.
Y aunque Bayly puede que no lo haya tomado en serio, si preocupa a los partidos de la derecha como Flores y en especial a Castañeda. Curiosamente, Bayly es el único de derecha liberal con un enorme arraigo en sectores populares. Sectores populares que no discriminan entre políticas neoliberales o keynesianas, sino se guían más por etiquetas como "aburrido-criollo", "político tradicional-independiente", "macho-marica". Hasta Keiko ha reaccionado indignada ante el robo de su plan de gobierno. ¿Qué más podría ofrecer la hija Fujimori como plan de gobierno que no sea liberar al padre? Enfadados deben estar Arana y Kuczinsky con este robo de figuretismo.
¿Podría ser un candidato con fuerza? Difícil saber en el Perú donde los electores convierten en un acto de venganza cada elección que encuentran. Bayly no tiene el mismo impacto en provincias donde se encuentra dos tercios del electorado. Además, su honestidad le jugará malas pasadas cuando sea claro que aboga por una economía neoliberal (como presumo encarna tanto como Ghersi y Barba). Por otro lado, Lima es aún prejuiciosa, estereotipada y cucufata para tolerar un presidente que se ufana por demostrar que es gay. De hecho tendrá a toda la iglesia en contra principalmente la Católica. Tampoco es fácil imaginar a Bayly emocionalmente sólido para una campaña electoral que demanda viajes en todo tipo de transporte por el interior de país, comilonas grasientas en las más diversas formas, empapes sudorosos con las masas, discursos a garganta afónica, entrevistas, y contacto y más contacto con no uno sino con cientos de Tongos.
En todo caso, la presencia de Bayly - candidato o no - garantiza que la campaña será realmente un show para el electorado y un dolor de cabeza para los candidatos.
* Caricatura de Jorge Luis Ramos para la revista Dedo Medio y registrada en el blog de Juan Carlos Silva http://juancarlossilva.blogspot.com/2008_12_20_archive.html
Bayly disfruta aunque a veces ya no discierne si es un escritor o un personaje. Es el caso de una Frankestein que toma posesión de su creador y rebalsa los sets de televisión. ¿Qué quedaría de Bayly sin su personaje? A estas alturas, casi nada para el público.
Bayly ha llevado todo el show a la esfera política surgiendo el mismo efecto. El desconcierto se ha instalado entre los políticos y
periodistas. ¿Es realmente Bayly o uno de sus personajes quién está hablando?, ¿Está seriamente considerando postular a la presidencia? La movida puede haber empezado como una parodia pero el público y los medios ya lo situaron como realidad. Bayly puede no tomar en serio la
candidatura pero la población ya le otorgó un 3%. Bayly puede estar jugando pero ya Hildebrandt, Lauer, Rodrich y demás le dedicaron varias líneas.
Y aunque Bayly no lo haya tomado tan en serio, sus cercanos podrían estar más que interesados. Es el caso explícito de Barba y Ghersi. El primero aunque conservador y agonizante políticamente, oportunista para quien Bayly representa un inesperado salvavidas. Para el segundo, una posibilidad real que aquel ideario del movimiento Libertad vuelva a manos de quienes realmente lo idearon y promovieron allá en los años noventa.
Y aunque Bayly puede que no lo haya tomado en serio, si preocupa a los partidos de la derecha como Flores y en especial a Castañeda. Curiosamente, Bayly es el único de derecha liberal con un enorme arraigo en sectores populares. Sectores populares que no discriminan entre políticas neoliberales o keynesianas, sino se guían más por etiquetas como "aburrido-criollo", "político tradicional-independiente", "macho-marica". Hasta Keiko ha reaccionado indignada ante el robo de su plan de gobierno. ¿Qué más podría ofrecer la hija Fujimori como plan de gobierno que no sea liberar al padre? Enfadados deben estar Arana y Kuczinsky con este robo de figuretismo.
¿Podría ser un candidato con fuerza? Difícil saber en el Perú donde los electores convierten en un acto de venganza cada elección que encuentran. Bayly no tiene el mismo impacto en provincias donde se encuentra dos tercios del electorado. Además, su honestidad le jugará malas pasadas cuando sea claro que aboga por una economía neoliberal (como presumo encarna tanto como Ghersi y Barba). Por otro lado, Lima es aún prejuiciosa, estereotipada y cucufata para tolerar un presidente que se ufana por demostrar que es gay. De hecho tendrá a toda la iglesia en contra principalmente la Católica. Tampoco es fácil imaginar a Bayly emocionalmente sólido para una campaña electoral que demanda viajes en todo tipo de transporte por el interior de país, comilonas grasientas en las más diversas formas, empapes sudorosos con las masas, discursos a garganta afónica, entrevistas, y contacto y más contacto con no uno sino con cientos de Tongos.
En todo caso, la presencia de Bayly - candidato o no - garantiza que la campaña será realmente un show para el electorado y un dolor de cabeza para los candidatos.
* Caricatura de Jorge Luis Ramos para la revista Dedo Medio y registrada en el blog de Juan Carlos Silva http://juancarlossilva.blogspot.com/2008_12_20_archive.html
0 comments