Cerdopolis

Hace 120 años nació Vallejo. En la búsqueda por saber qué mostrar de Vallejo encontré que el poeta tiene una cuenta de facebook que es seguido por más de 3500 personas; que existe un video de apenas 5 segundos -netos valguen verdades- mostrando al poeta en un congreso en España; que la típica foto meditativa de Vallejo es -en realidad- una foto a cuerpo entero tomada con Georgette su esposa en Versalles (1929); que en la red también circula un audio del Che Guevara recitando Los Heraldos Negros -es lo más íntimo que puedo compartir dice el Che a su esposa; que Paco Yunque fue rechazado por una editorial por ser un cuento demasiado triste para los niños -aunque que más pudo ser rechazado por tener un toque marxista; que su obra está traducida en más de veinte idiomas incluido el quechua; que aquel retrato a lápiz del poeta fue hecho por Picasso luego de leer España Aparta de mí este Cáliz; y que –aunque usted no lo crea- existen fotos de Vallejo sonriendo.

Sobre esto último me detengo. Ciro Alegría quien tuvo de maestro al Maestro lo describió como magro, cetrino, casi hierático, un árbol deshojado; con traje oscuro como su piel oscura. “Por primera vez vi el intenso brillo de sus ojos cuando se inclinó a preguntarme, con una tierna atención, mi nombre”. Las fotos que se publican de él ayudan a tener la imagen triste de Vallejo. Muchos de sus poemas arrojan una encrucijada de emociones viscerales que transitan entre el odio y la melancolía. Sin embargo, he (re)descubierto que Vallejo tuvo una vida bohemia, rica, envidiable a pesar de no tener buena cabeza para los tragos*.

De Vallejo aprendí a usar constantemente la palabra encebollarse; encontré la empatía expresada en su máxima expresión; aprendí que Dios fue creado a imagen y semejanza del hombre; hallé un refugio al dolor que muchas veces hace muchos años con frecuencia sentía; concluí que el existencialismo termina en reconciliación; y descarté cualquier asomo de querer intentar siquiera escribir poesía.

Mientras estaba en proceso de escribir un post sobre Vallejo, encontré en un diario, la teoría tonta que el poeta contribuyó a tener la imagen derrotista de los peruanos, citando como ejemplo el yo naci un día que dios estuvo muy enfermo. Afirmación endeble y frágil de cualquier sustento. Como afirmar que todos los que lean Mi Lucha se convierten en nazis inconscientemente. Unas líneas más y seguro se sugería proscribir algunos poemas de Vallejo. Y es que lo mejor sería -según este autor- que los peruanos lean mejor y obligatoriamente en las escuelas Chocolate caliente para el Alma. “Señor Ministro de Salud: ¿Qué hacer? Ah! Desgraciadamente hombres humanos, hay, hermanos muchísimo que hacer”.

*Según Juan Domingo Córdoba: http://www.perufoto.org/2011/03/juan-domingo-de-cordova-cesar-vallejo.html